Josefina 46

FUISTE MI VIDA, LUZ Y POESÍA

Fuiste rocío para mi alma

la llenaste de amor, le diste calma,

golondrina que venía al despertar el día,

al arrullo del calor que le ofrecía.

 

Fuiste mi vida, luz y poesía,

llanto emocionado y alegría,

dulces versos, bella sinfonía,

sentimiento del alma mía.

 

Fuiste como una Virgen adorada

de pura inocencia inmaculada,

la niña de mis ojos más amada

y de mi casa reina coronada.

 

Eres hoy ese dolor y sufrimiento

que no me abandona ni un momento,

esa eterna pesadilla y la sin razón

que hiere de muerte mi corazón.

 

Eres esa malvada desconocida

impasible ante mis lágrimas,

retorcida, fría y sin entrañas

que me dejó aquella madrugada.

 

Tornaste en aridez

mi vida con tu ausencia,

mi alegría en desesperanza

y la soledad en dura amenaza.

 

Quizá en tu mente ya no exista

y borrada quedé, así lo quisiste,

pues te serví como puente de enlace

que fingiéndome amor pasar lograste.

 

Y como lastre de mi te desprendiste,

sorda, ciega a mi llanto y desconsuelo

y me dejaste desolada y muy triste

cual un campo sin flores ni cielo.

 

Serás la vida que elegiste,

errante, sin colores ni matices,

pasando de normas y condiciones

y libre de ataduras familiares.

 

Sigue siempre tu camino

y nunca te cruces en el mío,

es posible que un día no lejano

pagues tu locura y desatino.

 

Rompe mis sentidos poemas,

destruye cada una de sus letras

que yo he de hacerme la cuenta

que fuiste la musa de una quimera.

 

Pero escucha bien lo que te digo,

pues creo no habrá otra ocasión

para decirte que no me arrepiento

de haberte dado mi corazón.

 

Fina