Alaridos de lluvia entre inviernos de cristales,
corrientes de ríos emergen de los ojos,
descenso de lágrimas fluidas en mi nostalgia,
eternos instantes aferrados a tu regreso,
mi bella perdida te encuentras distante,
me dejas herido, me dejas llorando
como si nunca volvieras a mis brazos.
Alucinado en tu partida entre sombras de la muerte,
creo morir en naufragio aventado en las tormentas,
me hiere el ocaso ausente de ti,
te puedo encontrar si anocheces en mis recuerdos.
Regresa a mi no seas intermitente
quédate aquí, frente a mis ojos, cerca de mí,
causan heridas tu partida pasajera,
creo morir cuando yaces lejana.
La fragilidad de una espera angustiada,
denota el deseo de creer en tu regreso,
tu regreso es como lluvia en árido desierto,
sediento de ti, me llenas de ti,
me anidas en tu dulzura de miel.
Regresa antes que expire en mi soledad,
si te alejas, regresa con el viento,
trae entre tus alas el olor de primaveras,
me gusta agitar mis pasos hasta tu aroma,
me llenas con tu regreso, revives mi alegría.