Suave viaje de brisa en nuestro mirar, festín de bichos, que merodean las bocas de nuestras almas. Miraré dentro de tus ojos para poder nadar en un infinito mar, donde me duele saber que la presión no me dejara gritar. Trataré de sacarme los ojos para no cometer obsesión, pero se me hace imposible un mundo sin ver.
Siento que es inútil cualquier esfuerzo, por lo más convincente que sean los sueños, son sólo señuelos de nuestro pensar sin razón.