La vida sigue su curso
no importa si la rechazas,
o si en el fondo de tu alma
guardas un poco de mí.
Al cabo que ya no importa
si allá en tu último suspiro
me llevas en tu recuerdo
o si te olvidas de mí.
Pero si, quiero que sepas
y lo que digo es muy cierto
que te llevaré en mi mente
hasta mi último suspiro.
Y si acaso te encontrara
junto a las almas del cielo,
entre todos los mortales
que han cruzado al infinito.
Sabrás que aquel que te espera
ya sin rostro y sin presencia
será la esencia del mismo
que en vida juró quererte.
Si aún ahí rechazas lo que digo,
no quedará ni un suspiro
de lo que en la vida fué,
ay, mi cielo, muerto estaré.
Y solo entonces diré
que fuiste solo quimera,
que estando cerca de mi
núnca, núnca me amaste.
Y si al espacio se va
mi pensamiento, puro, divino,
allá llevaré el aliento
de esos labios que besé.
Ya para entonces habré
querido seguir viviendo
y a Dios habré de implorar
renacer solo en tu vientre.
Ricj. 6 jul. 2010