A ESOS OJOS DE LUNA
Divinos iris de luna,
esteros celestes de cielo,
pasiones de mis delirios,
para llenarlos de besos,
luego caer en tus labios
y esquiar por tu escote
hasta llegar a tus dunas,
y a tus venerados desiertos
que son venenos del bosque,
y magnos hornos de fuego,
donde se excitan locuras
por esos gozosos venenos,
entre tu boca y mi boca,
entre tu cuerpo y mi cuerpo,
y entre tus labios de espuma,
donde trincar yo no puedo:
Ojos de mi barca negra,
ojos de mi DULCE NENA,
fuente de mis sensibles labios,
dulzura eterna de mis poemas.