Ángel oscuro, si analizo el conjuro...
¿por qué de entre todas las estrellas,
elegiste una moribunda de entre todas ellas?...
un inframundo en el que se encuentran
las almas gemelas al dejar este mundo...
me confundo porque no sé si estás,
difundo ésta que es Mi Realidad,
pues en mí se esconde una gran verdad,
crueldad en tus directas palabras,
la puerta que empujé no hay fuerce que la abra,
me sentí tan endeble y vulnerable,
esperando a que el impasible me hable...
te sentí tan cerca aunque estábamos distantes,
mi alma metía prisa al corazón,
con o sin razón velocidad rápida y constante,
fuí yo quien les falló con estupideces al volante,
no sé por qué se perdió mi alma delirante...
le pesará toda la vida a mi alma suicida,
tú alma me esperaba y la mía no supo buscarte...
estaban conectadas, no sé cómo pude fallarte...
lo que más pesa fué no poder mirarte, quería sentirte...
mirarte y mirarte... después de tanto poder decirte...
en silenciosas miradas hubiera sabido si esto en realidad existe...
Mi ángel negro... furia de mis noches,
Xibalba es lo eterno, pero triste hasta entonces...
resignación es lo que queda y la espera de la primavera,
porque dos inviernos no se curan...
sólo avivan mi locura, mi mente oscura
que perdura en las tinieblas, cuando ni escribes, ni hablas...
cuando detrás de tu espejo de realidad sin complejos callas...
entre silencios esperaré en Xibalba,
si no muere antes de que llegue el alba,
Xibalba espera con anhelo...
dos almas conectadas en pleno vuelo,
pasiones desgarradas que ofrecerán consuelo,
dos mónadas por circunstancias separadas,
rozadas se convirtieron en un alma completada,
contemplada de palabras y recuerdos,
que yacen bajo mi almohada,
te mando estos versos descritos entre besos,
pasión descontrolada aunque no me lleve a nada,
hace tanto que no me verso con tus labios,
que los besos en sueños fueron varios,
en ellos encontré el elixir de la inmortalidad,
felicidad intercalada pero juntos en la eternidad,
pues mi alma encontró tras la nebulosa anaranjada,
un cuento oscuro de un hada, que esperará apenada,
a que llegues a Xibalba que lucirá descontrolada...