kavanarudén

Fatídico día

 

 

 

 

Si llegara, Dios no lo quiera, el fatídico día,

en que mirándote a los ojos,

el brillo del amor ya no lo encuentre,

comprenderé que este amor, entra en agonía de muerte.

 

Bajaré silenciosamente la mirada,

te tomaré la mano, la acariciaré,

lentamente la acercaré a mis labios, la besaré.

Sin tu saberlo, silenciosamente adiós te diré.

 

Lenta y dolorosamente me levantaré,

ahogando una lágrima con una sonrisa.

Me mantendré erguido, sereno, sin prisa.

Desde niño aprendí a cargar dolor, resistiré.

 

Silenciosamente a nuestra habitación me iré.

Esa habitación, que fue testigo silente,

de nuestro amor apasionado, casi inconsciente.

A Dios fuerzas, intensamente, conjuraré

 

Con las primeras luces del alba partiré,

perdiéndome entre la niebla matutina,

querré evaporarme como la lluvia fina,

¿Qué pasó? eternamente me preguntaré.

 

Comenzará un nuevo día, lleno de sol quizá.

En mí se extenderán la oscura incertidumbre.

Lánguidamente se apagará mi interior lumbre.

Nunca más sabrás de mí, de mi gran tristeza.

 

Te prefiero libre, amor eterno de mi vida,

no te quiero en esclavitud, fingiendo un sentir,

simplemente porque no me quieras herir.

Moriré, en una playa desierta, perdida.