Déjame besar por vez primera este cristal frío
que separa tu rostro sin ti de mi.
Déjame traspasar los días que me quedan
como flecha que hiere el aire.
Déjame plasmar como huella imborrable
el beso de siempre en este tu cristal nuevo
y que puedas tocarlo luego en tu nueva esencia.
Déjame ofrecerte un adiós doloroso
de un corazón inmóvil como lo dejaste,
de una carne fermentada que dejará
como un soplo mi alma para que
vuelva a ser tuya una vez más.
Un beso mi amor.