Yolanda Barry

LLEGASTE HASTA MI.

 

Llegaste hasta mí

deseoso,con tus manos calientes,

con tus besos encendías

mis entrañas y mi ser.

 

No quisé preguntar nada,

tan solo me dejé querer,

te sentía tan apasionado

que de placer me contagié.

 

Llegaste hasta mí,

con tu piel suave,

difícil de rechazar,

con tu embrujo de hombre

que toda mujer quiere gozar.

 

Y tus labios me recorrían,

ningún lugar dejabas de probar,

mi cuello,mi espalda,mis senos...

solo me decías entre susurros

que era tu manera de amar.

 

¡Qué momento tan placentero!

¡qué difícil olvidar!

la humedad de tus labios

a mi cuerpo hacía vibrar.

 

Con mis manos te apretaba,

tu espalda a mí me invito

a dibujar en ella

un laberinto de pasión.

 

Y recorrías mi cuerpo

de norte a sur y de regreso,

dejaste para más tarde

aquello que tanto ansíaba.

 

Cerraba mis ojos solo a momentos,

tus ojos me miraban gozosos,

¡qué maravilla de hombre!

me hiciste volar en la cama.

 

Tus labios lentamente

se acercaron a lo más íntimo de mi cuerpo,

¿qué podía hacer,

si miel de mí brotaba?

no dejabas de hacerlo ni un momento,

sentía como te excitabas,

entre jadeos te dije

que necesitaba que me penetraras.

 

¡Qué sublime momento!

explotar juntos en la madrugada,

solo te digo mi cielo,

era algo que no acababa.

 

Las fuerzas de los cuerpos

terminaron,te abrazabas a mi pecho,

yo,amorosa te dije...

¡qué grato lo que me has hecho!

 

Todo terminó con un beso,

abrazados en la destendída cama,

la tranquilidad nos llego

iluminándonos el alma.

 

YOLANDA BARRY.