Nahuel Sebastián Muñoz Velásquez
Diminuto Ser
Extiendo mi mano,
Enumerar cada pequeña historia
¡Me bastan estos dedos !
¡Hasta me sobran!
Para decirte,
Indolente, mustio, diamantino, frio, sepulcral.
Apático e indulgente
Pues la flojera, en tus pies persiste
En tus ojos, en la mezquina tarde
Le soledad te asecha.
Carnívoro ser, pensante en alimento
Irracional en empatías
Primario, mortal sin dejar huella en mi
¡Oh fracasado ser de esta galaxia!
Sin suspiros, sin exclamaciones,
Recios hombros llenos de soberbias
Tu niño que cohabitaba en ti,
ha muerto lentamente,
y así atribuyes, atándole pesados costales de odios.
Esas tristezas, a tu prole,
Ingenua, angelical, inmatura le ofrendaste.
Como un astro irradias, energías negativas, en tu entorno
ponte de pie, retoma el sendero.
deja de amedrentar a los seres que te rodean
satélites, amantes
Alabándote, ignorantemente
Eje de tu cielo, rotando en rutinas
Pensar que un sequito como las arenas del mar
Al unísono tu endecha, vocalizan,
Seres sin haberes en espíritu.
Peregrinos a ser estrellas en un cuento
De tinieblas, de olvidos eternos.
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