Me secuestra el componente cósmico
que secreta tu lengua,
cuando me roza con ternura
el pensamiento…
Gorjeo caleidoscópico
que, al pausar la línea del tiempo,
electriza el punto que hunde las horas
con impecables matices,
alzando la tímida escultura de un suspiro…
Preciso se torna el sentido
y las variaciones del verbo
notifican la cadencia notoria,
prendiéndome a la seña transitoria
que me equilibra…
Nos encontramos en el infinito,
flotando sobre el manto de las horas,
en el extensa densidad que vibra
mientras consigo el silencio de mi sombra…