En esta noche tan fria, mis pensamientos han tomado una daga de doble filo, una daga con la cual atravezaron mi corazon y al averlo dejado sin vida a resusitado, como si fuese un muerto viviente y en una lugubre tumba, donde solo quedaron aquellos restos de esperanza enterrados en ese campo santo, donde solo florecen las flores silvestrez, comienza el renacimiento, del odio que va desgarrando las entrañas del amor y en este preciso momento te digo adios, porque me arranque el corazon..