Yo siembro deseos en tu regazo, Porque de sonrisas vivo, Pero de besos, lentamente muero . Aspiro ser la seda que te vista Y en el transcurrir de mis dedos, Sentirte desnuda y libre . . Yo guío mi nobleza hasta tu frente Y en ella deposito mi verdad férrea Con un seco beso de ternura . Pero sin mentirle a tu cuerpo ni al mío, Que soy de condición adalid, Bravo en el combate, Virtuoso … En las caricias que derroten tus muros . . Porque en tus ojos descansa mi paz Y a la vez la jauría rabiosa de mi alma, Esa que te huele flor de milagros Y acelera el crecimiento, De todos los caninos y colmillos de mis fauces . . Es por ello, que a la vez te amo y te deseo Y en cada intento muerte sufro o resucito Por ser el jardinero de tus espinas El amante infante, De cada pétalo perfumado de tu cuerpo