En mi corazón silente, te amo.
Dentro de él te mantengo escondido,
arrullándote en cada latido.
Protegiéndote con entusiasmo.
Mi tinta y tibia sangre cobijo,
ahuyentando todo ruin peligro,
haciendo en nos, el grande milagro,
de entregarnos con gran regocijo.
La distancia no podrá destruir,
ni el malvado tiempo disminuir,
nuestro amor, en su constante fluir.
En cada momento estás presente,
Sí, aunque si físicamente ausente,
vives en mi ser, mi ser viviente.