Mi alma lleva la armadura de tu verbo,
cuyos dedos rumorosos se dibujan por el aire
y alcanzan la figura de mi silencio…
Múltiples cohesiones se adaptan
a la frescura del acierto
de confluir con tus ojos y tus labios,
encumbrando mi voz al viento…
Adosada a tu encanto
bebo conspicuos anuncios
que reverencian el prominente pensamiento…
La fibra de mi lengua ensalza tu Nombre
y reparte sin miramientos
la libertad que le propones…