Sí, porque tú respiras
y si respiras sueñas,
si sueñas posees vida
y la vida es sólo tuya.
La risa no tiene color,
el miedo surge oscuro,
el silencio es diáfano,
esplendorosa la ilusión
y un halago es soneto.
Sí, mujer, mereces vida,
es el premio a tu lucha,
portadora de la bandera
rosa, insignia de energía.