Una guitarra se dibuja en la montaña
para cantar y decir aquí no pasa nada,
solo hay humo rondando las calles
palos verdes rosando nalgas y cabeza,
cuidado niña, no salgas ni camines
varios pueden pisotear tu sexo fecundo,
muchacho, mira la noche y teme
la muerte ronda para llevar encargos.
Una estrella flamea sola en la cúspide
nadie la mira en otros cielos,
solo un grupo cobijado con turbantes de seda
la adoran ofreciendo sangre impune
y unas voces cansadas dicen
amamos la libertad y vivimos en democracia.
La guitarra con la estrella quieren
convertir cárceles en fábricas textiles,
recortar el vuelo de los pájaros
antes de llegar la primavera,
formar islas en tierra seca
y sanar heridas con gusaneras
cubriéndo de trapos sucios la casa.
Más en los ríos crecen© higos
atrincherados como la verde hierva
todos florecen por temporadas
cubriendo de olores suaves los mares,
una mañana cualquiera de estos días
despertaran cargados de frutos
lloverán luces verdes sobre el sol y la luna
entonces tomaran la guitarra de la montaña
y cantaran canciones adornadas con poesía.
© Emig Paz