La caída tenebrosa de mis manos al humo, la mirada de tenebris me arrebata el recuerdo bochornoso. Mi vista al mar borroso se llevo a la profundidad mi sueño, donde descansaban taciturnos mis abismales deseos. Sentimiento cautivante, ojos deambulantes, rodeaban cada curva del paisaje, para prender lo ígneo del centro. caí en una cama hecha con espinas, rodeando espeso humo lleno de pequeñas luces llamadas stellae. Aun recuerdo la llama ocultándose, llamando la palabra precisa, yo calmado decía que inter in fumus moriría.