Sonrojar del cielo
Primavera de flores agrestes,
Huida de las aves en el ceno del atardecer,
Al son de un arpa,
Nuestros cuerpos se mueven.
Tu, cual resplandor de la sombra quejosa,
Sobre la faz de las horas se posa,
Y vuelven a nuestra mente al deseo,
Como a sí mismas vuelven las mariposas,
En la perfumada flor de tu corazón hayo mi varadero.
En la arena que enjuaga el mar,
Con cada cresta de ola,
Se tiñen azules en el horizonte,
Los colores de crepúsculo a cada hora.
El rocío se añeja y muere,
Sobre la tarde en las flores secas,
Y mi razón queriendo negar tu olvido,
Se marcha de mi Edén,
En que amo y esclavo de ti fui sin pretender
Que la noche caiga para sentirme preso contigo!!!
Luis Augusto 2014-10-20