En un viejo cuaderno encontré
unos pétalos guardados,
más, yacían desesperados
por volver a renacer,
después de permanecer
con letras amortajados;
y sin su belleza emparedados
por un amor que no pudo ser:
¡Tristes los enamorados
que en las sendas del pasado,
se extravió su querer!
Mientras más los observaba
menos entendía el proceder,
como alguien a una flor coger
en su destrucción ya pensaba,
y en aquel cuaderno guardaba
para nunca jamás recoger;
solo el tiempo es quien le daba
oportunidad para renacer:
¡Una flor es como la vida
que radiante de belleza,
cuando malgastamos su pureza
ella de nosotros se olvida!
Joanmoypra