Si mis palabras fueran cuchillas que envenenan tu alma día tras día, ¿Todavía me amarías?
Si yo soy el agua turbia en la cual tu vida se ahoga ¿Seguirás pensando en mi con el pasar de las horas?
Soy veneno que ya corre por tus venas que amplifica tus dudas y endurece tus penas como una gangrena, destruiré todo, no quedara nada, solo pisadas en el lodo.
Soy oscuridad y estoy vacio, si te acercas solo sentirás frio y te sumergirás de cabeza en la mas sombría de las tristezas, llama a tu certeza y a esas ganas de amar que no cesan que se han equivocado, que han encontrado un cascaron roto con espinas en todos sus costados y saldrán lastimados si no toman las advertencias que les he dado, porque estoy manchado, afligido y condenado por tanta oscuridad que me rodea, por esta maldita marea, por esta rota nota que toca y azota a la increíblemente frágil calma de mi alma que arde y llora de impotencia por la negligencia de las vacías creencias que la encadenan a mi cuerpo inexperto que camina errante y casi muerto pero despierto también consciente, por eso espanta a la gente alegre e inocente y desea no tocarlos para que no se vuelvan diferentes.
Quiero cuidarte, yo he visto la felicidad infinita que encierran tus lagrimas, las ganas de abrazar, de soñar, de besar y odiaría pensar que con eso yo podría acabar, solo sería la gota final que desbordaría mi maldición, la culpa que daría extinción a cada una de las golpeadas esperanzas que guardaba.
Aléjate, esa es la forma más sincera de decirte que Yo También Te Amo.