El sueño del poeta es que lo oiga la estrella
cuando en algún poema la menciona a ella,
pues seguro la misma estrella estará mirando;
que cuando escriba la luna esté hermosa, llena,
a su amor le gusta cuando brilla radiante, plena,
y un poema romántico de él está inspirando.
El sueño del poeta es que el cielo sea como cree,
con esa belleza que en sus versos siempre se lee,
por ser cielo imaginado que en letras ha ofrecido;
que el sol brille para ella cuando a iluminar acuda,
que sepa ella que el poeta al verla bella, desnuda,
hablará en un poema erótico del paraíso prometido.
El sueño del poeta es que sus versos trasciendan,
que sus letras hasta el alma de ella se extiendan
y que allí se queden siempre y se habitúen a estar;
hacer poemas donde pueda ser lo que no ha sido,
que a ella incluso con lo que no le era permitido
ahora le sea concedido imaginarlo y hasta soñar.
El sueño del poeta es eso, su poema… su sueño,
un mundo donde nada tiene y de todo es dueño
porque está en posesión de un amor inigualable.
Un sentir que con nada se puede ya comparar…
y a ella le jura que si por amor lo han de juzgar
en poema de confesiones se declarará culpable.
Vuela su esencia y él en su alma feliz la recibe,
pues con tanta fantasía hermosa por ella escribe
y ya no hay nada que pueda pasar que le asombre.
Todo el tiempo para expresarle su amor le alcanza,
ya existe un poema de sentimientos, de esperanza
y el sueño del poeta atrás para ponerle su nombre.
Poema totalmente original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Publicado el 21/10/2014
Imagen: De Google