Lunita de la noche, dime dónde está ella,
la mujer que yo amo con todo el corazón;
si es que me ha olvidado, rompiendo las promesas,
que con su boca linda, un día me juró.
No tengo sus abrazos, sus besos ni caricias,
porque en tarde de lluvia muy sólo me dejó;
ni el fuego de su cuerpo que a mí me calentaba,
estando en la cama cubiertos de pasión.
Si acaso tú pudieras llegar hasta su lado,
dile estas palabras como si fuera yo;
que sigo enamorado y que hasta he llorado,
porque me siento solo, huérfano de su amor.
Lunita de la noche, dime donde está ella,
Tú que fuiste testigo cuanto la amaba yo;
y ella cerró sus ojos cuando besé su boca,
siendo los confidentes, tu luz y resplandor.
Copyright \"©\" Derechos Reservados 2014
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita