Cuando nadie me ve, vuelo, te toco y te beso,
me desnudo ante ti con el amor que te profeso,
te abrazo con emoción y te amo con locura,
me susurra el corazón que por ti, vive y suspira,
cuando nadie me ve, mojo tus labios con mis besos,
al tiempo que imagino tus manos rozando mis senos,
y, así, me aferró a las quimeras que he vivido contigo,
destrabo los cerrojos de mis recuerdos y allí te tengo,
subo y te traigo la estrella más alta del universo,
y, cuando nadie me ve, la coloco en tu aposento,
en la oscuridad del largo insomnio acaricio tus sueños,
y le pido a la madrugada que despiertes con mis cariños,
entonces, descubro que por ti, sigo estando tan loca,
pues te llevo todavía en los anhelos y ardores de mi alma,
y, le pido a los céfiros resoplar mil besos en tu boca,
cuando te sueño conmigo cabalgando bajo la luna blanca,
y, allí, cuando nadie me ve, me rindo, te gozo y eres mío…
Poema original de Luna blanca
22.10.2014