Beber de tu fuente
vino de amor:
viña olorosa.
Oler tu aroma
a nardo,
rozar tus pétalos
-carmín derramado-.
Reclinarte en mi pecho
-tus ojos de dulzura
mirando-,
acariciarte los rosados pezones,
mecidos dentro.
Enamorado
para el amarte,
para el besarte
(brasas de fuego),
para la dulce
pasión
(clavel teniendo
la sedosidad de tus labios).
No sé qué tienes...
Vestido estoy
del arrebol
de tus quereres.
Qué tienes, di,
que los adentros me arden
por ti.
Qué tiene
tu amanecer,
que excita tanto
a mi querer.
Entrame el calor de tu cuerpo,
el cielo de tus ojos,
la sedosidad de tus pechos,
la rosa de tus labios,
el calor de tu sexo.
(Entre las sábanas
gustar el éxtasis del orgasmo
ardido)