Me miras, y sé que me preguntas
si te amo,
y mis ojos
te responden: \"Si, te amo
y mucho, no quiero que tengas dudas\".
Y si tu cuerpo
también lo pregunta,
le respondo
acariciando la duna
redonda de tu hombro,
con mi mano ávida y presta...
O rodeándolo con el abrazo
de mis brazos,
que buscan y encuentran
la tibieza y superficie tersa
de tu piel de seda...
Te amo, y te lo expreso
con el tempranero y dulce beso
con que me despido
cada mañana y que repito
a mi regreso...
Quiero que sepas
que te amo de mil maneras,
cuando caminas lenta e ingenua
a mi lado
haciendo de mi vida...un milagro.
Te amo de un modo
simple y sincero,
mi silencio
también es un grito
a los cuatro vientos...
Adolfo César (NAZARENO)