Me duele la sonrisa de ser fingida,
me duele el corazón de ser humano.
El vértigo de una huida fugitiva,
el aterrizaje en el timón de un nuevo barco.
Vistiéndome de miedo,
sin disfrazarme nunca.
Cayendo en el mismo agujero
Me confunde el bien, tanto como el mal
La doble cara de una moneda,
la puesta de sol entre la noche
El silencio ahogado en una copa de champán
Vistiéndome de cobarde,
sin disfrazarme nunca.
Desnuda en un cruce de palabras
Quiero la libertad de mis esposas
la cautela de mis pies.
La meta de mi senda