ManuQuinti

Yo no soy aquel.

No era yo aquel que cerraba los ojos

y no te pensaba.

No era yo al que hablabas 

y miraba hacia otro lado.

Aquel al que buscabas 

y encontrabas ya desangrado,

y que curabas con besos que no le saciaban

y entregabas miradas que después regalaba.

No era ese al que le ahogaban los abrazos

ni aquel que recogía tu perfume

para oler el de otro frasco.

Yo soy el que ahora cierra los ojos

y te sueña a su lado toda una vida;

larga o corta, pero contigo.

El que desnuda tu cuerpo cuando te mira

y se convierte en un niño cuando te habla.

El que se deja encontrar por tus piernas

que desangran cada vena de si cuerpo

y para eso si que no hay cura que valga.

Al que haces caer en una cuna cuando le abrazas

y en un sueño despierto cuando le miras.

Que tu perfume ahora lo guarda para él, en secreto,

para recordar el último beso del día, 

y acordarse del que vendrá mañana.

Aquel que ahora vive intentando no abrir los ojos

para no caer de las alturas.

Aquel que sabe que contigo es siempre verdad

y sin ti, locura.