Manojo rojo
de blanco racimo,
¿de que me sirve brindar
si ya no hay motivo?
Deja que siga lloviendo,
en mi piel acostumbrada,
deja que siga mintiendo,
el amor en tu mirada.
Tanto empeño en el reproche,
si hay un nudo en tu garganta.
Tanta estrella sin su noche,
tanto amor que se atraganta .
¿Acaso tu aire de duquesa,
es el que ya no me quiere?
¿o es tu boquita de fresa,
la que nunca me prefiere?
Deja que el bolero suene,
entre luces que se apagan,
que su letra me recuerde,
el amor en tu mirada.