Mi espejo se ha vuelto ventana,
cuando en la mañana lo miré,
pues hoy en él, un paisaje divisé…
si sigues leyendo, de él te contaré.
Era un lugar de sueños e ilusiones,
prados verdes y con flores,
se veían también muchos árboles,
árboles que daban corazones.
En el llano hay una choza…
donde habita la esperanza,
vive sola… tan solo reposa
y a veces la visita la añoranza.
Hay también, de mil clases mariposas,
que por el prado van revoloteando,
se vuelven locas cuando las miras hermosas,
y entristecen si las andas ignorando.
Cruza también por ahí un riachuelo,
es de lágrimas lloradas,
su caudal acaba en el cielo…
con él se riegan flores marchitadas.
El cielo es casi siempre azul,
a momentos por nubles poblado,
pero hoy amaneció despejado
porque hacia el volteaste tú.
Muchas más cosas tiene este lugar
del que hoy a ti te he contado,
si algo de él te ha gustado…
cuando quieras… hasta a él te puedo llevar.