Poderosas, letales, amorfas, dulces, eso son las palabras
nunca son suficientes cuando se trata de decir lo que se siente
tal vez para él sobran, se refugia en la soledad y el miedo
mientras que a ella le hacen falta, se ahogan en su pecho.
El mundo se convierte en un desierto cuando se trata de él
cuando la inexplicable lucha del tiempo no es suficiente
cuando el olvido recae sobre sus hombros, se refleja en los ojos
aquellos ojos cafés que un día brillaron bajo la luz pura del alma.
De esa forma solo son dos locos en el tiempo
cuyos caminos distantes entre si los hacen separarse
aunque sus corazones permanecen unidos y capaces
donde las palabras sobran y se ahogan en la fuente
de una pasión inexplicable e incoherente.