Madre, cuanto te añoro
hace tiempo no estás al lado mío,
con tu recuerdo lloro
y siento mucho frío,
la vida es un continuo desafío.
Harta estoy de las luchas,
pelear contra el viento y las mareas,
yo sé, que tú me escuchas
y quiero que tú seas
quien me ayudes, te pido que me veas.
Porque si estás conmigo
yo me siento segura y protegida,
siempre fuiste mi abrigo
muéstrame la salida
del dolor y la pena de esta vida.