John morales

A un día de hombre (coplas de pie quebrado).

Un silencio que se rompe

en la lejana piedad

cual espejos.

Un capitoste y, corrompe

sin preguntarme la edad

y, aparejos.

 

 

En un fragor metafísico

silbando de mil quirópteros

muchos ecos.

Hay un gran poeta místico

endechando mil homópteros,

vuelos secos.

 

 

A la fogaril tiniebla

que se culebrea en mí,

bellamente.

Como látigos de niebla

de mis ayeres morí

tristemente.

 

 

A la dignidad del día,

se me escurren los esbirros

en zarzal.

Al caos de una ordalía,

nace del cielo sus cirros

como un mal.

 

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John Morales Arriola.