Fernando Martínez

Su Sonrisa

Dulce y con locura se escribe automáticamente en mi piel

un efecto extraño por haberla visto otra vez;

esa manía revive mi adicción de contemplar su sonrisa

tan tenue, tan delicada y tan sensible.

Y es que esa su boca descalabra mi interior al verla

o simplemente imaginarla;

¿Por qué es tan cruel el destino si no puedo tenerla?

Quizás sea como una rosa en su rosal,

esa la que más brilla, pero que no puedo cortar

por el temor a lastimarla y que se pueda secar.

Hoy de nuevo vuelvo a sentir aquella sensación,

esa por la que no encuentro en que pensar,

esa que me hace cerrar los ojos para poder ver en mis memorias.

Hoy de nuevo vuelvo a repetir esa historia,

esa que mi corazón narra faltando el respeto a mi lógica,

esa que me hace pescar en mis deseos

ese pedacito de pan que controle mi hambre.

Hoy vuelvo a toparme con una sonrisa tan cuidada,

una sonrisa meditadamente diseñada

para impregnarse en mi interior mientras desnuda mi alma.

Mi presente ya se basa en realidades paralelas que me invento,

todo porque se que esta tan cerca y yo no tengo

la delicadeza de decirle ¡Tan solo prestame un momento!

para revelarle lo que siento,

o simplemente admirarle mientras continua... sonriendo.