Sabrás que te pienso,
Entre la aurora vespertina,
Desde la puesta de sol despidiéndose
Tras las cortinas,
Hasta cuando asoma su amada
Tan blanca y nacarada.
Sabrás que te extraño,
Como se extraña
La brisa de una tarde
Cuando el calor nos atañe,
Sabrás que te extraño,
Como extraña el marinero
Los amores que dejo allá en el puerto,
Como extraña la tierra arida
La lluvia que la aviva.
Sabrás que te lloro
Como llora el niño
Si no siente a la madre
Cerca ofreciendo le sus cuidos,
Sabrás que te lloro
Como llora una alondra
Que perdió su nido,
Como llora aquella
Que no encuentra a su hijo.
Sabrás que te olvido,
Como se olvida
Lo que a duras penas floreció
Lo que nunca una huella dejo,
Como se olvida
Lo que en mi corazón
Nunca anidó,
Lo que nunca se vivió
Como se olvida lo que nunca existió.