Pero no logro gritar cuando te acercas
Y mi piel te persigue si te intuye
Ya no creo en el amor, porque hago todo lo contrario
Y me acuchillo cada noche por sentirte, repitiendo tu nombre
Por recordar el aire que respiras llegué a intoxicarme
Y mi reloj pidió que le amputaran mi mano
Me he vuelto irónica
Pido prestados alimentos, ropa, cobijo…
Y todo lo que tengo son deudas de juego, tu juego
Mi barriga anhelaba tanto a tu ombligo que se encerró
Y decidió atrapar a las mariposas, que fueron muriendo con tu olvido
Y aunque tú no lo sepas, algo tuyo se quedó allí
Ojala tu rostro y el mío se fundieran en un espejo
Y así pudiera tener algo tuyo conmigo, a mi lado, nuestro