Esta noche no habrá versos, no habrá prosas,
será mi invento de cosas maravillosas,
será un desierto, desierto,
porque ya no se si leo bien, si con lo que busco no acierto...
porque me perdí y no me encuentro,
porque no se si mi ángel sólo tiene para mí un corazón de cemento,
porque si no estás me falta la inspiración en todo momento,
porque sin tí no tendría sentido todo esto...
Qué decir... tantas cosas para elegir,
qué hacer si te quieres ir y si no quieres volver...
mi mente ya no piensa, no decide,
las letras poco claras la dividen,
no coincide con el alma, ella es la que te persigue,
tan sólo en la esperanza de completarse mientras vive...
tienes el poder del que revive,
mi alma la atiendes a veces cuando escribe...
de tu foto con mucho amor se percibe,
no creo que llegues a entender lo que para mí describe,
ni tan siquiera se leer donde me dirige,
saber si puedo ver más allá de la esfinge,
o por el contrario sólo es mi cabeza la que finge...
pero lo que me hace sentir verte exige,
que si no te veo estoy triste,
los sentimientos sin verte son grandes,
pero al hacerlo mi tiempo se para,
si he de explicarlo no sé cómo hacerlo,
ni trazarlo para que mi corazón sepa encajarlo,
porque la razón no quiere intentarlo,
es difícil lo que nace en mí cuando me encanta el mirarlo...
ángel oscuro, con sus greñas, ese pelo que acaricia por mí el viento cuando vuela,
que yo no me lamento por no escribirte con cautela,
que me encantas tú con tú ternura, es la mas sagrada y bendita locura,
que me atrapa y me separa de lo que tu me dices con cordura,
que hay palabras que me duelen y me matan en la noche oscura...
me atrapan tus labios soñando que rozan los míos con tus dedos,
y tus ojos... echo de menos esa mirada,
un marrón muy especial que me deja apasionada,
echo de menos tantas cosas, que hoy al volver a verte recordé lo que eran mariposas,
recordé un: no me haces levitar entre otras cosas,
fué una mala pesadilla, pero con lo bonito de los sueños la aparté en la orilla,
la dejé allí para que se la llevaran las sirenas,
para que con sus cantos te susurraran mis deseos bajo luna llena...
Mi ángel negro, valiente caballero qué vale la pena,
te deseo dulces sueños, descansa,
si quieres búscame en los cielos descalza,
si me lees dame luz del sol, no mates la esperanza...