Fernando Martínez

Viaje de una Noche

Fui el primero en despertarme

de la hipnosis del atardecer en Nicaragua.

Probablemente también haya sido el primero en notar

la primera estrella en tan despejado cielo;

las nubes ya no consumían el espacio de aquel lienzo

para el cual mi mente moldeaba figuras de otros tiempos,

y de juego en juego se gastan los minutos y yo sigo aquí esperando.

Sigo planeando mi cita perfecta con alguna figura nocturna,

y ya que el sol abandonó mi vista, ahora gozo de la luna y su nostalgía.

Veía como se desplaza tan delicadamente por el cielo

y como de ves en cuando se ocultaba entre las nubes

y para mi sorpresa al acabar su recorrido nocturno;

noto que no he dormido, ni siquiera me he movido

y aun sigo esperando con esmero

el próximo viaje nocturno

para que la noche vuelva a llenarme

con esa mi tristeza.