Ayer me dieron lentejas
y hoy me sirvieron frijoles
menos mal que en los peroles
ya nada de eso nos queda.
Mujer ábreme la puerta
no seas tan mal pensada
mira que tengo una fiesta
y vuelvo en la madrugada.
Me robaron la cartera
y eso me causa alegría
porque al abrirla ¡qué pena!
sabrán que estaba vacía.
Tengo un tío en el congreso
y el otro en la policía
sabiendo que yo estoy preso
no han venido todavía.
Si tú me ofreces tu mano
en señal de tu pasión
te daré de mi marrano
el más rico chicharrón.
Bien preciosa tu camisa
y que lindo el pantalón
qué bonito plancha Luisa
qué bueno lava Asunción.
Las coplas no tienen alas
eso lo sabe cualquiera
pero cuando hacen sus galas
hasta parece que vuelan.
Ay coplas de mi alegría
coplitas de mis adentros
sigan andando la vía
que pronto yo las encuentro.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela