Marellia

Y fue cuando te amé

 

Y aun así yo te he amado,

 

cuando la tierra sangraba en las sequías

 

 y la sal se coagulaba en  lágrimas,

 

 los rostros  de entonces solo eran despojos

 

anunciando silencios.

 

Ahí fue que te amé,   

 

cuando las voces solo eran murmullos apagados

 

y las miradas se morían

 

 tragadas por las noches de la vida.

 

Nada era verde,

 

solo el tibio rescoldo donde crece la primavera

 

 mostraba su benévolo capullo de esperanza.

 

Y aun así con el cansancio de mis pies te amaba,

 

 como se ama la belleza simple y  natural de las cosas,

 

lo que no se explica solo se percibe

 

 y vibra más allá de la razón.

 

De tu mano sentí…

 

 el aleteo de un tibio plumón dejando el nido

 

y en tu abrazo…

 

 la fuerza y turbulencia de un vendaval 

 

¿Y vos? ¿Cúando fue que me amaste?

 

¿Cúando descansabas en mi pecho como un niño vencido?

 

¿Cúando hice de tu huella mi caminar y abrigo?

 

¿Cúando amor? Que hoy no lo puedo recordar.