El buen amante escucha, vigila y caza,
acaricia y ama.
El buen amante espera, juega, abraza,
complace y fluye y alma.
El buen amante prepara,
se da su tiempo y espera,
mientras acaricia y besa.
El buen amante sueña, goza y disfruta,
pero lo hace en pareja.
El buen amante imagina pero no peca,
sin consentimiento no se desea.
El buen amante gobierna,
pero deja su gobierno a la belleza.
El buen amante se hace rico,
con el clamor de su compañera.
El buen amante reína,
con el placer de su reina.