Mirarte
es concebir el paraíso de los sueños;
beberme la dulce epifanía de tu alma
a la luz de tu misterio…
Colocar la pieza faltante
del mapa del silencio
y argumentar con sangre
el descubrimiento del Tesoro…
Conseguir atravesarlo todo
para alcanzar tu lienzo infinito…
Mirándote venzo al tiempo y consigo
instalar mi aire en tus océanos,
alcanzando la libertad de las olas,
volcándome toda
en la playa de tu carne,
extendiéndome en la escena de tus ojos,
de ella haciéndome parte…