Introducción del Libro “Michimi”[1]
A veces son las palabras
como pétalos de flores,
rosas fragantes o lirios...
Otras veces nos penetran
como espadas de dos filos...
Las palabras dan la vida,
las palabras dan la muerte,
y es un hombre inteligente
quien busca sabiduría...
No hablemos tanto y oigamos
lo que los niños nos digan,
pues Dios dijo que en sus bocas,
¡Él mismo se alabaría!
¿Buscas la trascendencia...?
mira a los niños ¡e imita!
[1] Chiquitito (guaraní), “Michimí” se debe leer acentuando la “i” final, pero en guaraní el acento es prosódico.