Es la vida un cuento sin narrador,
Es el viento invisible testigo
De la batalla en aquel corredor
Y de las noches largas sin abrigo
Estas noches son tristes, pero no solitarias
Entre la oscuridad una sombra se vislumbra
Es del semejante con bloqueadas pituitarias
Que viviendo esta las mismas penumbras
No se han olvidado de sus logros intangibles
Ni de la dulzura de aquel amor adolecente
Aquel que hasta en los sueños es irrepetible
Y es parte de ese mar de recuerdos en la mente
¡Son solo dos viejos que piden limosna!
¡Quizá su familia ha de tener pisto!
Los transeúntes al verlos entre moscas
Y la indiferencia: A la que nunca se está listo
¿Se abandonaron por voluntad propia?
¿La familia se aburrió de tolerarlos?
¡Son huérfanos sin rumbo con atrofia!
¿Qué estamos esperando para ayudarlos?????