Marc Tellez Gonzalez

Inexplicable mujer.

Podré dedicarte un verso, en la alborada de tu encanto.

 

Sentir el algodón de tus labios y darte la caricia de terciopelo que tanto ansías.

 

Verte fragmentada como lo es nuestro infinito universo, y de noche verte así.

 

Así cómo las estrellas del firmamento embelleciendo cada rincón, cada espacio de la negra y melancólica noche.

 

Lucero estático y fiel que contemplas estelas chispeantes de satín púrpura enrojecíendo su paso.

 

Mujer de ensueño, sensuales muslos, silueta exquisita, mirada fugas, senderos son tus pechos, majestuosa, arrogante y bella de quien te mira.

 

Así eres, así eres tu, dueña de mis deseos, dueña de mi incomprensible razón.

 

Manifiesto y digo cosas insensatas. Murmuras interés y olvido de mi.


Eres eso que sólo yo comprendo,
y que jamás echo de mi.

 

Sigue el verso y no entiendo mis ansias, sigue el verso y no quiero parar.

 


¿Locura será esto que siento?

 

¿Deseo o cariño?

 

¡Que se yo¡

 

¡No lo entiendo!

 

Pero te amo, por ser tan inexplicable.

 

 

Marc Téllez González