De contigo, guardo una huella,
de los días con sus noches,
donde gozamos el amor,
anoche sale el recuerdo.
Mantuve horas con insomnio,
porque con todo detalle,
la imaginación dibuja,
algunos de esos momentos.
También diversas escenas,
de las que somos actores,
tu belleza, que la admiro,
camina como un paisaje.
Se detiene foto fija,
donde te imprimo y te archivo,
por mirar esa colección,
dormir, ya no fue posible.
Al día sigue la visión,
me concentro y doy secuencia,
miro tus hermosas formas,
estáticas para observar.
Al mismo tiempo acaricio,
por toda la superficie,
sientes, con ojos cerrados,
como mis manos exploran.
Descubren y te acarician,
regreso a esos momentos,
si, tu piel me pertenece,
en ese tiempo soy el dueño.
Tu jardín, recostado está,
una alfombra palpitante,
tus flores reciben besos,
se perla en sudor tu rostro.
Tus mejillas son de fuego,
tu boca se abre como flor,
puntas de coral redondas,
dos pedazos de obsidiana.
Mis palmas sensibilizan,
con muy suaves movimientos,
en círculos alternados,
la lengua los humedece.
Suave presión con mis dedos,
bello adorno, conos de miel,
para la amorosa tarde,
o de noche apasionada.
Ando tus hombros y brazos,
para que también me sientas,
te atraigo con suave abrazo,
mis manos, siguen el viaje.
Tomo reposo en tu Ecuador,
con su seña de la unidad,
allí se absorben sustancias,
besos para que los guardes.
La cintura en su magia,
como juego su medida,
extensión de tus caderas,
con sus curvas infinitas.
Donde se guardan los mares,
protegidos por sargazos,
caen dos olas ondulantes,
hasta las playas de tus pies.
Figura en basalto vivo,
vienes en mis noches solas,
te encuentras al otro extremo,
de veloz cinta asfáltica.
Hay un puente, que no queremos,
cruzar, la distancia mutua,
¿Intervalo de la vida,
o vivivo no repite?
EL POETA DEL AMOR. 06-10-14.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.