Cuando cansados
Mis pies de tanto andar
Por la azarosa
Y áspera vía
De turbulento sino
Caiga mi cuerpo
Desfallecido
Levántame, bien mío,
Con el ungüento
Maravilloso
De tus cálidos besos
Y el saludable
Y refrescante
Elixir de tu brazo
En mi doliente
Y débil cuerpo.
Levántame, mujer,
Al desmayarme.