Nuestra relación
es una barca que a la deriva
navega,
tiene tela marinera
aunque tratamos de encaminarla
o resolverla
no encontramos solución...
Solo sé que tu presencia
es el norte de mi vida,
porque cuando sufrí tu ausencia
para nada, había cabida...
Prefiero condenarme a la espera
de que se disipe la tormenta.
Quiero cubrir los intersticios
por donde se filtran
las ingratas penas,
congelar los tiempos y perjuicios
que nos marginan,
reiniciar con fe nuestro idilio
sin ponerlo en tela de juicio...
Adolfo César (NAZARENO)