... Y en la noche, presentir que en la oscuridad alguien en las afueras acecha, sin poderle ver el rostro a quien impunemente matará el amor dentro de mi pecho ...
syglesias
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TODO era CUESTIÓN de TIEMPO:
Todo era cuestión de tiempo, para que me vieras como un enemigo declarado a las puertas de tu corazón, sin haber desenfundado las armas para poder contrarrestar el ruido que las tuyas hicieron en las primeras de cambio, cuando la fiera acecha sigilosa a su presa desprevenida en tierra, para a su momento atacarla sin misericordia por la espalda, acertando certeramente las garras hasta llegar profundamente al alma, para lograr ver el reflejo del sufrir en los ojos del caído...
Todo era cuestión de tiempo, para verle el rostro de frente a quien mata impunemente el amor dentro de mi pecho, sin conmoverse al observar mis lágrimas de dolor sentido, correrme por mi cara, quebrándoseme las piernas, cayendo lentamente arrodillado a tus pies, con mis manos intentando sujetarme firmemente a tus desnudos e inmóviles brazos, mirando fijamente a tus ojos glaucos y moviendo la cabeza hacia los lados, te dije casi sin fuerzas, por qué...
Todo era cuestión de tiempo, para que la muerte se vistiera de fiesta, anunciando la viuda alegre sus mejores trapos negros, rompiendo el silencio con llanto, pronunciando las palabras precisas al ir los sepultureros bajando despacio, muy despacio, el ataúd de fina caoba que llevaba en su interior mi cuerpo al descanso eterno, donde la carne se convertirá tierra, humedecida a veces, por las lágrimas de aquellas personas que al visitar el cementerio, recuerdan y nunca, olvidan.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 29102014 12:00 PM.