Estoy ante la agonía de este silencio
y es un silencio de los que nadie se atreve a reponer
he desmentido las columnas de los templos
mi techo es una antigua costumbre insostenida
una frase alarmante
la cerrada palabra de quien jura
mi techo es tu presencia
y la ley de la lluvia.
Permite que la luz inunde los espacios
no insistas en callar
de todas formas amanecerá en tus horizontes
álgidos días
diferentes celajes
tras el presagio final de los veranos
levanta cuanto quede
cuanto puedas
con tu mano de hierro y de ternura
ordena que se ofrezcan los días luminosos
pertenezco a las cosas difíciles marcadas
interiormente libre
semejante a lo eterno.